Hipertensión portal: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

¿Qué es Hipertensión portal?
La hipertensión portal es una enfermedad que se define como el aumento de la presión dentro de la vena porta y sus ramas. La vena porta transporta sangre desde los intestinos hasta el hígado, desde donde ingresa al corazón y la circulación sistémica.
Debido a que la vena porta pasa a través del hígado, la causa de la hipertensión portal puede ser intrahepática o extrahepática. Este último será prehepático (antes del hígado) o poshepático (después del hígado).
Los síntomas son variables. La cirrosis alcohólica y la hepatitis viral son actualmente las principales causas de hipertensión portal.
El flujo sanguíneo hepático y la hipertensión portal
Por lo general, el flujo sanguíneo hepático normal es de aproximadamente 1,5 litros por minuto y representa del 15 al 20 por ciento del gasto cardíaco. La presión portal puede verse alterada por la presión intraabdominal.
Para su medición se utiliza un catéter en forma de cuña a nivel de la vena hepática, abordado a través de la vena yugular o femoral. La presión venosa hepática medida cuando el catéter está encajado es la presión venosa hepática encajada.
Después de liberar la punta del catéter en la vena hepática, obtenga la presión venosa hepática libre. Cuando se resta un valor del otro, se obtiene el gradiente de presión venoso hepático.
Se considera hipertensión portal si el gradiente de presión venoso hepático es mayor de 6 milímetros de mercurio (mmHg). También se puede definir como una presión intraesplénica superior a 15 mmHg o una presión portal directa superior a 21 mmHg.
Causas
La obstrucción o resistencia al flujo sanguíneo portal puede ser extrahepática o intrahepática. De estos últimos, la cirrosis hepática es la principal causa. Entre ellos, la estructura del hígado cambia, lo que dificulta la circulación de la sangre, lo que conduce a un aumento de la presión dentro del sistema porta.
La cirrosis causada por el consumo crónico de alcohol o la hepatitis viral (especialmente la hepatitis C crónica) es la más prevalente. También puede ser causado por el uso prolongado de medicamentos (como el metotrexato), la enfermedad del hígado graso no alcohólico o la fibrosis hepática congénita.
La presencia de trombosis de la vena porta es la principal etiología prehepática. Por otro lado, la obstrucción de la vena cava inferior es común en pacientes poshepáticos.
Otras causas poshepáticas pueden ser enfermedades cardíacas crónicas como insuficiencia cardíaca, miocardiopatía restrictiva o pericarditis constrictiva. El aumento de la presión dentro del corazón conduce a un aumento de la presión retrógrada, lo que explica la hipertensión portal.
Desarrollo de la hipertensión portal
El aumento de la presión dentro de la circulación hepática se transmite retrógradamente a otras venas del aparato digestivo y al bazo (circulación esplénica). Se produce vasoconstricción de la circulación hepática y vasodilatación de la circulación esplénica.
Además, la sangre encuentra rutas alternativas para llegar a la circulación sistémica. Se desarrollan los llamados vasos colaterales, sin pasar por el hígado. Conectan el sistema porta directamente a las venas que ingresan a la circulación sistémica.
La circulación colateral que se da en la hipertensión portal se da principalmente en la parte superior del esófago y estómago. Debido a la alta presión a la que se enfrentan, son quebradizos, tortuosos y propensos a sangrar. También se desarrollan en la pared abdominal y el recto.
Eludir el hígado hace que las toxinas normalmente eliminadas por el hígado lleguen a la circulación sistémica, donde pueden subir al sistema nervioso central y causar encefalopatía hepática. El aumento de la presión circulatoria provoca la fuga de plasma rico en proteínas, que se acumula en el abdomen.
Por otro lado, la presión esplénica elevada interfiere con el flujo sanguíneo desde el bazo hasta la vena porta. Esto hace que el bazo aumente de tamaño y su función disminuya.
Complicaciones
Aunque la hipertensión portal en sí no causa síntomas, se asocia con varios signos de sus complicaciones:
- Hinchazón o edema de las extremidades inferiores.
- Ascitis o derrame peritoneal.
- Crecimiento anormal del bazo (esplenomegalia) con función disminuida (hiperesplenismo):
- Destrucción de glóbulos rojos (anemia), glóbulos blancos (leucopenia) y plaquetas (trombocitopenia).
- Un bazo agrandado puede causar dolor en la parte superior izquierda del abdomen.
- Desarrollo de várices esofágicas que pueden sangrar, causando sangrado gastrointestinal superior (heces con sangre o negras alquitranadas y con sangre).
- Hemorroides que pueden sangrar (sangre en las heces). Las principales manifestaciones de la encefalopatía hepática son confusión, letargo, olvido y agitación.
Diagnóstico de la hipertensión portal
El diagnóstico de hipertensión portal se basa en los síntomas y hallazgos en un examen físico. Los médicos confían en los estudios de imágenes (ultrasonido, tomografía computarizada y resonancia magnética) para ver la circulación sanguínea y detectar la presencia de líquido libre en el abdomen.
Para determinar la causa de la cirrosis, se realiza una biopsia.
El tratamiento de la hipertensión portal es complicado
El tratamiento depende de las complicaciones y funciona en un número limitado de casos. Se debe comenzar con una dieta baja en sal y uso de diuréticos para disminuir la retención de líquidos. También se recomienda reducir la cantidad de proteína en la dieta.
Para reducir la presión en la vena porta se pueden añadir nitratos, lo que produce una vasodilatación intrahepática directa. Al igual que los bloqueadores beta y el octreótido, reducen la vasodilatación en la circulación esplénica.
La lactulosa se usa para tratar la confusión en casos de encefalopatía. Para eliminar el líquido abdominal directamente, se utiliza la punción.
Cuando los métodos anteriores son ineficaces o se produce una hemorragia gastrointestinal superior, se requiere un tratamiento urgente.
La endoscopia digestiva alta se usa para detener el sangrado mediante escleroterapia (inyectar una solución en la vena varicosa) o ligadura (usar una banda elástica o una banda elástica para bloquear el suministro de sangre a la vena varicosa). Cuando el sangrado no se controla con éxito, puede ser necesaria una cirugía descompresiva, lo que conlleva riesgos quirúrgicos.
En las etapas finales de la enfermedad hepática, un trasplante de hígado puede ser la única forma. Está reservado para casos en los que no se puede encontrar otra solución.
La hipertensión portal tiene pronóstico reservado
El pronóstico de la hipertensión portal depende de su etiología, edad del paciente y enfermedades asociadas. Las complicaciones que han surgido determinan la mayor parte de la situación.
La complicación más grave es la ruptura de las várices esofágicas porque puede causar hemorragia digestiva alta. Esta situación constituye una emergencia médica.
➡️ Esta publicación solo tiene fines informativos y no debe usarse como sustituto de un diagnóstico, tratamiento o recomendación de un profesional de la salud. Es importante consultar a un médico de confianza en caso de dudas y obtener su aprobación antes de comenzar cualquier procedimiento.
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