Nefritis: causas, tratamiento y prevención

¿Qué es la nefritis aguda?
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos explica que la nefritis aguda, o síndrome nefrítico agudo, es la inflamación de uno o ambos riñones causada, en la mayoría de los casos, por una infección. Altera al funcionamiento de este órgano, esto es, a su capacidad de depurar y filtrar la sangre.
La nefritis puede afectar de manera más frecuente a niños y jóvenes. Es fundamental tratarla de la manera adecuada esta enfermedad hasta la recuperación total. En caso contrario, podría derivar en otras enfermedades.
Síntomas de la nefritis
Sus principales manifestaciones son dolor abdominal y fiebre, reducción del volumen de orina y presencia de sangre. También se produce hipertensión, presencia de edemas (hinchazón en una región del cuerpo o de un órgano causada por la acumulación anormal de líquidos), principalmente en los ojos y/o las piernas, fatiga extrema, dificultad para dormir, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, picor y piel seca. Pueden aparecer calambres, especialmente por la noche.
- Hipertensión arterial.
- Malestar, nauseas y vómitos.
- Edemas y párpados hinchados.
- Frecuente necesidad de miccionar.
- Dolores fuertes en la espalda, entre la zona lumbar y dorsal.
- Somnolencia, cansancio y aumento de las horas de sueño.
- Pérdida de masa corporal. Este síntoma suele estar relacionado con la pérdida del apetito.
- Aparición de sangre en la orina. En otros casos, el color de la orina puede pasar a ser marrón oscuro.
Causas de la nefritis
Una de sus principales causas son las infecciones causadas por cualquier microorganismo que forma un complejo conocido como antígeno-anticuerpo que se adhiere a los tejidos del riñón. El paludismo, el tifus, la salmonela, la toxoplasmosis, el herpes y otros virus y bacterias pueden causar estas infecciones.
El abuso de antibióticos, antiinflamatorios y fármacos que contienen litio, oro o captopril, es otra posible causa.
La nefritis es más frecuente en los diabéticos y en presencia de patologías autoinmunes como el Lupus.
- Reacciones alérgicas a algún medicamento.
- Uso abusivo de medicamentos antiinflamatorios.
- Infecciones provocadas por algún microorganismo.
- Enfermedades autoinmunes como lupus o enfermedades reumatológicas.
- Enfermedades de otros órganos que, como consecuencia, pueden derivar en una nefritis.
Diagnóstico de la nefritis
El diagnóstico comienza con la identificación de los síntomas y un examen clínico. Los estudios de laboratorio permiten caracterizar el tipo y la gravedad de la nefritis y pueden aportar información sobre su causa. La biopsia renal es el método más eficaz y concluyente de diagnóstico y debe realizarse siempre que haya dudas o cuando el paciente no muestre mejoría clínica. Los estudios de imagen, como la ecografía, también pueden ser útiles. En algunos casos se utiliza la gammagrafía renal.
Tratamiento de la nefritis
El tratamiento de la nefritis se basa en antibióticos, siempre que esté relacionada con una infección. Suelen administrarse por vía intravenosa cuando la gravedad es mayor, lo cual requiere hospitalización.
En algunos casos, si la causa se relaciona con el lupus, se podrían recetar esteroides. No obstante, en estos casos no se conoce ninguna cura, pero podría remitir.
Los medicamentos diuréticos facilitan la eliminación de líquidos, reducen los edemas y calman el dolor relacionado con la inflamación. Por este motivo, suele ser recomendados.
Prevención de la nefritis
El diagnóstico precoz ayuda a prevenir muchas de sus complicaciones. Es esencial controlar adecuadamente la tensión arterial, la diabetes y el peso, así como no fumar y mantener una dieta sana. Es muy importante no tomar medicamentos sin receta, ya que muchos casos de nefritis son consecuencia de los efectos de los fármacos.
Consejos adiciones
Desde la perspectiva de la medicina natural podemos mencionar algunas alternativas que son aconsejadas de manera habitual. Por supuesto, recomendamos consultar con el médico para corroborar que su uso no esté contraindicado.
- A nivel emocional, los riñones se asocian con el miedo. Aunque no sea la causa principal de la enfermedad, sí podría ser un factor importante o un desencadenante. Una manera de superar el miedo sería recurrir a terapias de apoyo psicológico, homeopatía o flores de Bach.
- En el caso de la nefritis, la recomendación de beber mucha agua no sería la más adecuada. El riñón no funciona bien y, por lo tanto, aumentaría la retención de líquidos. La bebida debería ser proporcional a la cantidad de la orina.
- Se podría tomar una infusión de cola de caballo en pequeñas cantidades. Aunque los diuréticos no son recomendables, en esta caso es una planta con propiedades antiinflamatorias comprobadas por diferentes estudios.
- Los especialistas de la medicina Ayurveda suelen aconsejar tomar diuréticos naturales que actúen de manera indirecta, es decir, que no afecten al riñón, como espárragos, estigmas de maíz, espino blanco y café. Esta teoría no está comprobada.
- Al igual que en otras dietas renales, como la indicada por la American Kidney Foundation, se debería limitar el consumo de sal. Esto ayudaría a cuidar la presión arterial y evitar la hinchazón provocada por la retención de líquidos.
- Los trastornos renales suelen afectar a los niveles de energía. Por consiguiente, el reposo estaría indicado.
➡️ Esta publicación solo tiene fines informativos y no debe usarse como sustituto de un diagnóstico, tratamiento o recomendación de un profesional de la salud. Es importante consultar a un médico de confianza en caso de dudas y obtener su aprobación antes de comenzar cualquier procedimiento.
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